martes, 4 de agosto de 2015

Bujias

En los motores de ciclo Otto (gasolina o gas), las bujías son el elemento encargado de provocar la combustión de la mezcla, y lo hacen mediante el salto de un arco voltaico (chispa) entre sus electrodos.
Existen diferentes tipos y marca de bujías, y es fácil que una cualquiera, se pueda utilizar en nuestro motor. Sin embargo es importante saber que cada vehículo, tiene ciertas especificaciones que obligan a poner la bujía adecuada a nuestro motor, para garantizar su correcto funcionamiento.

Para que los usuarios puedan saber qué bujías son las adecuadas para un motor determinado, los fabricantes de bujías editan unas tablas en las que facilitan esta información, y también en algunos casos editan tablas de conversión de las referencias de un fabricante a otro. Cada fabricante tiene sus propios criterios para la fabricación y, por tanto, puede haber diferencias entre las bujías «equivalentes» de los distintos fabricantes. Los fabricantes de bujías mas importantes son: Bosch, Champions, NGK. Denso, Beru, etc.

Formas constructivas de las Bujías
Teniendo en cuenta los múltiples dispositivos que utilizan bujías para su funcionamiento, existen diferentes tipos, teniendo en cuenta que son utilizadas para:

  • Vehículos de turismos e industriales.
  • Motocicletas.
  • Botes y embarcaciones.
  • Maquinas agrícolas y de construcción.
  • Motosierras.
  • Aparatos de jardinería u horticultura, etc.
Además de las diferencias físicas necesarias para su acoplamiento a distintos motores (diferentes tamaños de bujía y tipos de unión roscada al motor), las bujías se diferencian entre sí principalmente por su "grado térmico" y por sus electrodos (formas constructivas y materiales)..
Para entender que es el "grado térmico" de una bujía debemos saber que las bujías cumplen 2 funciones muy importantes, la primera es encender la mezcla de aire-combustible y la segunda es la de remover el calor de la cámara de combustión, es decir; la bujía además de proporcionar la chispa a dicha cámara, trabaja intercambiando calor, extrayendo la energía calorífica no deseada de la cámara de combustión al sistema de enfriamiento del motor.
El grado térmico de la bujía viene determinado por la longitud del aislador central de cerámica, su habilidad para absorber y transferir el calor de combustión, el material del aislador y el material del electrodo central.

Existen dos tipos de bujías según su grado térmico:
  • Bujías calientes: se conoce como bujías calientes, aquellas que tienen la punta del aislador muy larga, y el recorrido del calor no es directo, por lo que evacua poco calor de la cámara de combustión a la culata. Las bujías calientes conducen el calor con lentitud y se mantienen calientes. El automóvil que solo hace recorridos cortos en la ciudad, necesita bujías mas calientes para quemar los depósitos de carbón.

  • Bujías frías: tienen la punta del aislador corta, y el recorrido del calor es muy directo, por lo que evacua mucho calor de la cámara de combustión a la culata. Las bujías frías conducen el calor con rapidez y se mantienen mas frías.
Una bujía «fría» es la que transmite mucho calor a la culata; una bujía «caliente» es la que transmite menos calor. Es decir, la bujía no es «fría» o «caliente» por la temperatura que alcanza, sino por el calor que trasmite. A efectos prácticos, los factores que determinan el «grado térmico» son la relación de compresión, el tipo de admisión (atmosférica o sobrealimentada) o las condiciones de funcionamiento.
Cuando las bujías están demasiado frías no queman los depósitos de carbón que se forman en los electrodos
El vehículo que se utiliza principalmente en carretera y circula poco por ciudad necesita bujías mas frías para evitar sobrecalentamiento.

En resumen: elija una bujía "fría" para largos recorridos, altas velocidades o conducción con carga en los que la disipación de calor es esencial. Elija bujías "calientes" para tratar de evitar depósitos en tipos de conducción de cortos recorridos o con arranques y paradas frecuentes. También se utilizan bujías mas "calientes" en motores viejos con mucho desgaste y perdidas de compresión.

Electrodos
El electrodo es otra de las características que diferencia a los modelos de bujías que se pueden utilizar en un vehículo.
El desgaste de los electrodos se debe a la erosión (abrasión por las chispas de encendido) y la corrosión (ataques químico-térmicos). Los restos carbonizados de aire y gasolina procedentes de las explosiones se van depositando en los electrodos, esto provoca que la chispa vaya perdiendo intensidad y temperatura progresivamente dando lugar a una mala combustión, menor rendimiento de la gasolina y mayor contaminación.


Cuando la suciedad acumulada es tal que impide la formación de la chispa, el carburante que entra en ese cilindro se desperdicia, al no producirse explosión ni por tanto, fuerza motriz. El incremento de consumo, en los motores de gasolina de cuatro cilindros, puede llegar al 20%. El vehículo presentará una marcha vacilante, a tirones.

Según las condiciones de servicio y la aplicación, se utilizan diversas formas y distintos materiales para los electrodos.
En las bujías de 2, 3 y 4 electrodos, la chispa salta en el electrodo que más limpio está en ese momento, y por lo tanto el desgaste de los mismos va variando de uno a otro (y en distinto lugar de los mismos), esto produce una mayor duración de la bujía (se tienen que gastar los 2/3 ó 4 electrodos para que falle). No tiene otra diferencia con las bujías comunes de un solo electrodo de masa.
No hay necesidad de calibrarlas porque conforme se van desgastando los electrodos, la chispa va saltando al electrodo mas cercano.

Algo muy importante en las bujías son los metales con los que están construidos los electrodos, lo que tiene que ver con la duración de las mismas. Las bujías de níquel fueron las primeras, después aparecieron bujías de cobre, después de platino, doble platino, iridio y doble iridio. Hablando en general, las bujías de níquel duran unos 10.000 km mientras que las bujías de doble iridio pueden durar hasta 150.000 kms. La diferencia entre estos metales es la capacidad de conducción de la electricidad y su resistencia al desgaste. El platino y el iridio son metales preciosos y por lo tanto las bujías son más caras.

Las bujías que utilizan materiales preciosos en sus electrodos, tienen menos material en los mismos, por lo que los electrodos son de menores dimensiones. Las bujías de Iridio ofrecen el máximo poder de inflamación, bajas emisiones y mayor kilometraje que las bujías de platino.

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